sábado, 29 de noviembre de 2008

SEMANA CHUFA III: LOS MANIFIESTOS DEL CLUB CHUFA

La historia primitiva del Club Chufa es la de un grupo de jóvenes que nunca habían votado en su vida haciendo de la nada un grupo que quería pasar a la historia como el Club que engañó al mundo y se convirtió, bajo premisas falsas, en el siguiente movimiento de vanguardia, un proceso que inició a principios del siglo XX y se interrumpió con la muerte del surrealismo hace ya décadas.

El Club Chufa quería revivir esa etapa de experimentación y creatividad desenfrenada, pues veíamos dos cosas: un estancamiento de la literatura de los noventas y un vasto mar de oportunidades con la explosión de los medios audiovisuales y la Internet.

Todo esto, por supuesto, obedece a que de 1996 a 1999 la televisión por cable y la Internet comenzaron a proponerse como viables a la clase media baja, y ya no eran lujo exclusivo de los ricos. El Club Chufa nació cuando los literatos nos dimos cuenta de que había cosas más allá de los libros.

Esta transformación se parece, aunque en una escala local, claro, al deslumbramiento que les abofeteó la cara a los futuristas, el que se considera el primer grupo de vanguardia en Europa. Marinetti y sus amigos respondieron a la explosión de las fábricas, de las máquinas y de los nuevos medios de entretenimiento y comunicación con una propuesta artística que se resistía a conservar la sobriedad y temple del arte de molde clásico.

Cuando Luis Lope le dijo a Fugo al oído que "hay que formar un club que se llame Chufa" todos sabíamos que teníamos ideas vagas pero similares acerca de lo que queríamos que pasara con el arte y la literatura: queríamos vanguardia, y queríamos ser rockstars escandalosos y decadentes, como lo fueron Dada y los surrealistas.

Por estas razones el Club Chufa decidió seguir paso a paso el método de los vanguardistas, así que ningún movimiento literario de vanguardia decente podría empezarse sin un manifiesto. El primer manifiesto Chufa, escrito por mí y por Fugo Medina fue publicado en 1999, pocos meses después de la fundación.

Firmado por Carlos Mal Pacheco el 16 de diciembre de 1998, el primer manifiesto se llamaba "La teogonía de los implicados". Empezaba con las "conclusiones" y el segundo párrafo era la "(f)introducción".

Los estamentos a fijar en la realidad cultural contemporánea han cambiado un poco con los años, pero en general seguimos creyendo en estos retos a la fe:

  • La realidad es onírica.
  • El lenguaje no sirve.
  • El Sol gira alrededor de la Tierra.
  • La letra "a" vencerá a la "i" y le quitará su corona (algunos textos míos tenían el punto sobre la "a"; era bien difícil hacer esos textos).
  • El retrato de Dante Alighieri es apócrifo. Dante tenía bigote.
  • La visceralidad es una categoría epistemológica
  • El eufemismo es el numen del lenguaje.
  • Lorca le pintaba los cuadros a Dalí.
  • Pizu-masti-lupi.
  • La Tierra es óbola.
  • El amor no es bonito.
  • Dalí escribió los poemas de Lorca.
  • Canadá no existe.
  • Antonio Alatorre es omnipresente y omnisípido
  • La Tierra es pentagonal, con un lado para cada continente.
  • Carlos Fuentes es una creación colectiva de los intelectuales mexicanos.
  • Un campo orgonótico nos rige.
  • La realidad es indeleble.
  • Las palabras del náhualt se pronunciaban en verdad "-lt", no "-tl".
  • La mentira es arte.
Aquí están TODOS LOS MANIFIESTOS del Club Chufa:


Mañana: Un ChufaZine olvidado: TheClubChufaZine 5: ChufaZine al vapor.

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